Cuando comencé la carrera de arquitectura los profesores solían decir que no era necesario saber dibujar para diseñar o llevar a cabo un proyecto de arquitectura.
En parte difiero. Cuando comencé a ejercer la profesión, ya con título en mano, me encontré con situaciones en las que debía explicarle algo al cliente pero que con palabras no llegaba a entenderse. Entonces, recurría al bocetado en el momento mientras le enseñaba al cliente la idea.
Es cierto que no es necesario saber dibujar para ser un buen arquitecto. Aunque creo que es una herramienta que ayuda muchísimo a trasladar nuestros pensamientos e ideas en el papel. Hay conexión entre el cerebro y la motricidad de la mano: lo que no ha sido dibujado, no ha sido visto.
El llevar lápiz y papel, nos permite tomar ideas de la realidad. Ahora, pueden decirme: para ello tomas una foto. Mi respuesta es que: la capacidad de memorizar algo se enriquece al momento de bocetar, por ejemplo, el diseño de una casa o edificio que hayamos visto.
Esto se puede aplicar a diversos campos. Sobre todo, si pretendemos conocer el entorno natural donde emplazaremos un proyecto. Podemos dibujar la morfología de las árboles y la de sus hojas. O si es otoño, seremos más conscientes de cuales son especies perennes y cuales caducas.
Con la llegada de la tecnología, se ha perdido la capacidad de escritura, lectura y del dibujo también. Esto es debido a los problemas de atención que trae, por ejemplo, el uso del Internet: "El flujo constante de información, los mensajes, las imágenes y las notificaciones constantes compiten por nuestra atención y, como solo podemos concentrarnos en una sola cosa a la vez, esto fuerza al individuo a desplazar su concentración a través de múltiples flujos de información, con el resultado de que se va debilitando la capacidad de prestar atención y concentrarse en algo de manera constante. El problema es tal que incluso en ambientes universitarios es difícil poder encontrar estudiantes que puedan terminar de leer un libro completo."1
En el siglo XIX, con sus limitaciones tecnológicas para el estudio de la ciencia, ya se calcaban imágenes tomadas directo del microscopio óptico. Sin embargo, Ramón y Cajal (médico ganador del premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1906 y padre de la neurociencia) eligió un camino distinto: "En lugar de limitarse a calcar imágenes obtenidas a través del microscopio óptico, las dibujaba a mano alzada asegurando así la exactitud de la observación"2
Es casi seguro, que a medida que dibujaba lo que veía en el microscopio le han surgido ideas o habrá sacado conclusiones de acuerdo a lo que percibía.
Esto último, se puede traer en comparación con el uso de la fotografía e incluso el video, hoy día.
No es lo mismo ir a una reserva natural y sacar fotos, que quedarse una hora pintando las diversas especies de animales y plantas en un lugar. Hasta el cuerpo comienza a ser consciente de los cambios producidos en el ambiente: humedad, temperatura, cambios en la luz, etc. Si voy recorriendo y sacando fotos estoy tomando instantes y fragmentos del lugar, concentrándome más en sacar fotos que en contemplar la vida en la naturaleza. Si me quedo una hora bocetando, viviré ese espacio de un modo más contemplativo.
Ser reacio al uso de la tecnología 3D para mostrar un proyecto de arquitectura, juega en contra a la hora de vender. Lo cierto, es que en muchos casos se le da una idea al cliente que debe cumplir expectativas altas (o hasta imposibles). Por ejemplo, en el caso de proyectos inmobiliarios en los que te venden como sustentable y lleno de plantas un edificio; nadie te dice que para generar un "ecosistema" en el mismo lleva años. Ni tampoco se tiene en cuenta si eso traerá problemas estructurales, de humedad, de plagas, etc. Ejemplos de esto pueden ser el Bosque Vertical en Milán Italia o el Proyecto de Casa de Gobierno en Córdoba Argentina. Ambos, complejos de sostener o de materializar.
El primero, plantea un edificio con árboles en sus balcones y terrazas. ¿Qué implicancia tienen las raíces en la estructura? ¿Cómo se irán comportando los insectos que lleguen a la vegetación? Respecto a la estética del edificio: ¿Será sencillo sostenerla? Ya que cada inquilino debe tener la constancia de la poda y mantenimiento de la vegetación. Proyecto de este estilo, trasladado a China, trajo problemas con la invasión de mosquitos en los departamentos. Muchas personas que habían invertido no querían ir a vivir allí.3
El caso de Córdoba, se realizó la terraza verde, sin embargo de otras magnitudes y con otra morfología, ya que la inicial era curva (la presentada en el 3d) y se materializó en una plana.
Estos ejemplos, los traigo para traer a plano de discusión y reflexión como están interviniendo estas tecnologías en nuestra percepción humana. ¿Hasta donde sabemos qué es lo que puede ser real? Pues, del mismo modo pasa con las Inteligencias Artificiales (IA), llega un punto que nos sabemos si una foto es real o no. Y es aquí donde hay que darle importancia a la lectura, la escritura y el dibujo. Pues el uso de la tecnología, si bien en algunos casos puede facilitar tareas, también trae modificaciones en el cerebro.
Volvemos al ejemplo del Internet: "En el cerebro humano, afecta ciertas funciones cognitivas: como la capacidad de prestar atención, los procesos de memoria y la capacidad de almacenar y valorar conocimiento, además de los procesos de sociabilización."3
Es por ello que hay que recalcar el cuidado que hay que tener con el uso de las herramientas de diseño digital (Autocad, 3D Max, por nombrar algunos) a la hora de realizar un proyecto. Por citar un ejemplo, durante mis años de universidad, unas compañeras fueron desaprobadas porque copiaban y pegaban unas viviendas iguales sobre una barranca, con el programa Autocad. Pero no se percataron de la topografía del lugar, que al ser distinta a lo largo de la barranca, no permitía diseños iguales. La arquitectura debe adaptarse al territorio.
De haber hecho el boceto a mano, con planta, cortes y vistas, en diversos sectores de la barranca, es muy factible que lo hubieran resuelto correctamente. Haber ido al lugar y dibujar lo que observaban: flora, fauna, sentir la humedad, temperatura, etc; les hubiera permitido desarrollar un proyecto acorde a la naturaleza.
Creo que el fundamento de algunos profesores al plantear que no es necesario saber dibujar para el diseño arquitectónico hay que ponerlo en tela de juicio, cuando hablamos de los problemas cognitivos que puede traer el uso de herramientas digitales o el uso excesivo de tecnología. Realizar un bocetado previo para luego pasarlo en limpio con alguna herramienta tecnológica, no es lo mismo que usar esa herramienta para diseñar. Es que muchos olvidan que los que diseñamos somos nosotros y no la maquina. Aunque, se esta imponiendo el miedo de ser reemplazados por la Inteligencia Artificial, podría decir que esta no tiene la capacidad de comprender el modo de sentir de un humano a la hora de habitar una vivienda. Por ello, es que hago tanto hincapié en la participación del cliente a la hora de diseñar un proyecto.
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